Durante la infancia, los niños van aprendiendo modelos, valores, normas y habilidades que hacen posible la resolución de conflictos, desarrollo de habilidades sociales y regulación emocional. El factor principal de influencia en el desarrollo es la familia, donde la causa de los factores de riesgo y problemas de salud mental en los infantes, es la ausencia de una parentalidad competente, dando origen a la depresión, baja autoestima, problemas de conducta, agresividad, entre otros. Estos trastornos, tienen una relación con las competencias parentales y el rol que ejercen los padres en la crianza de los hijos, donde una mala práctica parental, dejará una huella en el cerebro del infante, detonando así en trastornos mentales.
Las competencias parentales son las capacidades que permite a los padres poder afrontar de manera flexible su tarea de cuidador, y así cubrir las necesidades tanto físicas, psicológicas y educativas de los niños/as. En algunas familias se observa que la ausencia de éstas competencias, ya sea por estar en situación de pobreza, desempleo, exclusión social, estrés, entre otros, afecta directamente al desarrollo integral de los niños, trayendo como consecuencias diferentes tipos de daños. Por ejemplo, trastornos de estrés post traumático, trastornos vinculares y de socialización, niños egoístas y exigentes, falta de manejo de la frustración, agresividad, frustración, TDAH, daño a nivel cerebral entre otros.
Es importante además, mencionar el impacto que tuvo la pandemia por COVID-19 en la salud mental de la población chilena, ya que, fue un cambio a nivel contextual importante para el desarrollo de los infantes. Un estudio realizado en Chile reporta que la salud mental de los niños ha empeorado, a los padres/madres les dificultó el poder ejercer su rol, lo cual se asocia al estrés, interfiriendo en las competencias parentales.
Es por esto que, las competencias parentales son parte de un proceso complejo de aprendizaje, que va integrando las historias de apego de los cuidadores, así como también su crianza, siendo un aprendizaje dinámico que pueden reaprenderse, perfeccionarse y consolidarse. Por tanto, es sumamente importante el poder detectar esta falta de habilidades en los padres, ya que ayudará a revertir estos daños en los niños/as y problemas a futuro, y también ayudará a los padres el poder trabajar en estas carencias y así en un futuro poder ejercer de manera más sana su rol como padres/madres.