La infancia es una etapa de desarrollo muy importante en la vida de cualquier individuo. En esta, los niños experimentan una variedad de emociones y enfrentan diversos desafíos. Sin embargo, uno de los desafíos más significativos es la separación o individuación respecto de sus figuras principales.
La ansiedad por separación se caracteriza por un temor excesivo o inapropiado a la separación de los seres queridos, especialmente de los padres o cuidadores principales. Este miedo intenso puede desencadenar una serie de síntomas emocionales y físicos, como llanto inconsolable, dificultades para dormir, pesadillas, quejas físicas recurrentes (dolor de estómago o cabeza), entre otros.
Últimamente se ha visto que la ansiedad por separación viene relacionada con el rechazo escolar. Este se refiere a la resistencia o evitación persistente de ir al colegio por parte de un niño. Puede manifestarse a través de síntomas como llanto, quejas físicas recurrentes (dolor de estómago, cabeza), negativa a participar en actividades escolares, aislamiento social y bajo rendimiento académico.
Cuando un niño experimenta ansiedad por separación, la idea de separarse de los padres o cuidadores puede generar un miedo abrumador y una sensación de peligro. Esto puede hacer que el niño evite el colegio, ya que percibe la separación de sus figuras de apego como una amenaza para su seguridad y bienestar. El ambiente escolar desconocido, el alejamiento de los padres y la interacción con nuevos compañeros pueden intensificar la ansiedad por separación y desencadenar el rechazo escolar.
Es fundamental que los padres y educadores estén conscientes de los síntomas y efectos en los niños, ya que una intervención temprana puede marcar la diferencia en el bienestar a largo plazo.
Algunas estrategias para manejar la ansiedad por separación en niños que experimentan rechazo escolar son:
- Una comunicación regular y abierta ayuda a identificar las preocupaciones y miedos del niño. Escuchar atentamente y validar sus sentimientos puede brindarle seguridad y confianza.
- Fomentar la familiaridad con el colegio puede ayudar a reducir la ansiedad por separación y por ende el rechazo escolar. Por ejemplo, organizar visitas previas, conocer a los profesores y compañeros, entre otras.
- Fomentar la autonomía y animar al niño a asumir tareas y responsabilidades apropiadas para su edad.
- En caso de que la situación resulte de difícil manejo por parte de la familia y el colegio, si los síntomas no ceden con el correr del tiempo y/o la intensidad del cuadro interfiere significativamente con la adaptación del niño a esta nueva etapa, es necesario buscar el apoyo de un profesional de la salud mental especializado.
Referencias bibliográficas
Bados, A. (2006). Trastorno de ansiedad por separación: rechazo escolar y fobia escolar. Dipòsit Digital de la Universitat de Barcelona.